Osho habla de la iluminación y de porqué se convirtió en maestro agosto 3, 2008
Si alguien se ilumina antes de los treinta y cinco, puede sobrevivir más tiempo que otros, porque el cuerpo es más joven, más firme, y no está en decadencia; todavía tiene un potencial para crecer. Se puede amortiguar la sacudida, pero la sacudida sacude todo.
Nunca me enfermaba antes de mi iluminación; estaba en perfecta salud. La gente envidiaba mi salud. Pero después de la iluminación, repentinamente me di cuenta que el cuerpo se había vuelto tan delicado que hacer cualquier cosa se hacía imposible. Incluso una caminata — y yo corría antes de eso, cuatro millas en la mañana, cuatro millas por la noche, corriendo, trotando, nadando. Estaba haciendo toda clase de cosas.
Pero después de la iluminación, repentinamente e incluso extrañamente, el cuerpo se debilitó tanto. Y es casi increíble — no podía creerlo, la familia de la hermana de mi papá, con la que me quedaba, no lo podía creer. Fue más que una sorpresa para ellos porque no tenían idea de la iluminación. Sospecharon una conexión pero no tuvieron idea de lo que sucedió: ¡todos los cabellos de mi pecho se blanquearon, en una sóla noche! ¡Y tenía veintiún años de edad!
No podía esconderlo — porque India es un país caluroso, y sólo llevamos puesto un lunghi todo el santo día, así es que mi pecho estaba siempre desnudo. Así es que todo el mundo en la casa cayó en la cuenta de que algo pasaba y se preguntaban lo que había sucedido. Dije, “yo mismo me pregunto lo que ocurrió”. Me di cuenta que el cuerpo ciertamente había perdido su fuerza vital. Se había vuelto frágil, y perdí mi sueño completamente.
Me han preguntado una y otra vez por qué Ramakrishna murió de cáncer. Yo sé porqué él murió de cáncer: Él ha debido haberse vuelto absolutamente vulnerable ante cualquier enfermedad. Y si fuese sólo Ramakrishna podríamos pensar que fue solamente una excepción; Pero Maharshi Raman también murió de cáncer. Eso es extraño, que en cien años dos personas iluminadas de la orden más alta murieran de cáncer. Quizá perdieron toda resistencia frente a la enfermedad.
Según mi propia experiencia, perdí toda resistencia hacia las enfermedades. Nunca había sufrido de lo que llaman alergias. Me gustaba tanto el perfume, y nunca había sufrido por él. Tuve flores bellas en todas mis casas donde viví; e India tiene tantas flores que pienso que ningún otro país tiene — con gran fragancia.
Hay plantas, por ejemplo, una cierta flor, “reina de la noche” — puedes tener una sóla planta, y la casa entera estará invadida de su fragancia; Y no sólo tu casa, las casas vecinas también estarán invadidas de su fragancia. Y hay muchas otras flores — champa , chameli, juhi — que son inmensamente fragantes. Siempre tuve esas flores a mi alrededor , y nunca padecí de ninguna alergia.
Pero después de la iluminación me volví tan alérgico que simplemente el olor del cuerpo de alguien era suficiente para darme un resfrío, los estornudos desencadenaban algo en mi pecho. Comencé a toser, y toser provocó otro proceso; comencé a tener ataques de asma los cuales eran absolutamente desconocidos para mí. Nunca había pensado que estas cosas me ocurrirían.
Pero me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Mi conciencia y mi cuerpo se habían caído a pedazos; la conexión se volvió muy frágil. El descanso corporal se volvió imposible, y cuando no has descansado en muchos días, te vuelves vulnerable a toda clase de infecciones. Si estás tan cansado, no puedes resistir. Y si por años no puedes tener ningún descanso, entonces naturalmente pierdes toda resistencia.
Siento que debido a que la iluminación es la última lección de la vida, no hay nada más que aprender, te quedas innecesariamente por la vida. Has aprendido la lección — ese fue el propósito de la vida — así es que la vida comienza a perder todo contacto con la persona. Y la mayoría de estas personas han muerto inmediatamente; la sacudida ha sido muy fuerte. Y la muerte no es una calamidad para ellos; es una bendición, porque han alcanzado todo lo que la vida puede entregar.
Pero vivir después de la iluminación es realmente un asunto difícil. Lo más importante es que uno pierde contacto con la mente inactiva, y se vuelve imposible tener cualquier contacto. Desde el momento que estás silencioso, inmediatamente la energía se mueve hacia la conciencia transcendental.
Eres consciente, aún cuando haces algo, dices algo. La llama no es tan fuerte, porque la energía está involucrada en otra actividad. Pero cuando no estás haciendo algo, entonces repentinamente toda la energía se desplaza inmediatamente hacia el punto más alto. Es tremendamente maravillosa, es un gran éxtasis, pero sólo para la conciencia, no para el cuerpo.
Nunca nadie ha explicado exactamente lo que esto significa. Pienso que pudo haber habido un miedo a explicarle a la gente — por el hecho de que la gente no está haciendo ningún esfuerzo hacia la iluminación — y si dices que es posible que la iluminación pueda matarte, simplemente pueden asustarse demasiado! ¿Entonces por qué molestarse con la iluminación? ¡ Estamos bien como estamos — al menos estamos vivos! Somos miserables, pero estamos vivos “. Si tu cuerpo se vuelve vulnerable, frágil, sin resistencia ante cualquier clase de enfermedad, eso también les puede dar la razón para decir: ” Esto no es bueno; es mejor no meterse en cosas así. Vale más ser sano y no tener enfermedades, en vez de llegar a la iluminación y luego padecer en un cuerpo frágil y todo lo que eso implica”.
Quizá esa pudo haber sido la razón de que nunca se habló de esto. Pero quiero que todo sea dejado en claro. No quiero dejar nada acerca de la iluminación, su proceso, en secreto.
Es bueno que las personas sepan exactamente lo que están haciendo y cual puede ser el resultado. Si lo hacen conscientemente, a sabiendas, será mucho mejor. Y los que no van a hacer ningún esfuerzo, sólo encontrarán excusas; no van a hacer ningún esfuerzo de todas maneras. Para aquéllos de vosotros que van a hacer esfuerzos — aun si la muerte se origina, será un reto, una aventura, porque obtendrás todo lo que la vida tiene para entregar, y luego la vida se irá desvaneciendo.
Lo primero que hice después de mi iluminación, a la edad de veintiún años, fue ir inmediatamente donde vivía mi abuela , al pueblo de mi padre.
Inmediatamente después de mi iluminación me fui rápidamente al pueblo para reunirme con dos personas: la primera , Magga Baba, el hombre del que he hablado anteriormente. Seguramente te preguntarás porqué. Porque quise que alguien me dijera, “te has iluminado”. Lo sabía, pero quería oírlo del exterior también. Magga Baba era el único hombre a quien le podía preguntar en aquel entonces. Había escuchado que él recientemente había regresado al pueblo.
Fui rápidamente hacia él. El pueblo estaba a dos millas de la estación. No podrías creer cómo corrí para verlo. Llegué al árbol de neem.
Me apresuré a acercarme al árbol de neem donde Magga Baba se sentaba, y en el preciso momento que me vio, ¿sabes lo que hizo? No podía creerlo — tocó mis pies y lloró. Me sentí avergonzado porque una multitud se había reunido y todos pensaron que ahora si que Magga Baba había perdido la razón. Hasta entonces él había sido siempre un poco loco, pero ahora se había vuelto completamente loco, ido por siempre, despedido de este mundo, despedido — ido, e ido por siempre. Pero Magga Baba se rió, y por primera vez, delante de las personas, él me dijo , ” ¡Mi niño, lo has logrado! Pero sabía que algún día lo lograrías “.
Toqué sus pies. Por primera vez intentó impedirme de hacer eso, diciendo, “no, no, ya no toques más mis pies”.
Pero aun así los toqué, aunque él insistió. No me importó y dije, “¡Cállese! Usted preocúpese de su asuntos y déjeme hacer lo míos. Si estoy iluminado como usted dice, por favor no le impida a un hombre iluminado tocar sus pies “.
¡Él empezó a reírse otra vez y dijo, ” Eres un bribón! te has iluminado, pero sigues siendo un bribón “.…
Luego me fui a mi casa — es decir, a la casa de Nani, no a la de mi padre — porque ella era la mujer a la cual quería decirle lo que sucedió. Pero la existencia toma extrañas formas: ella estaba de pie en la puerta, mirándome, un poco asombrada. Me dijo, ” ¿ Qué te ha ocurrido? No eres el mismo “. Ella no estaba iluminada, pero era lo suficientemente inteligente como para ver la diferencia en mí.
Dije, “sí, no soy el mismo, y he venido a compartir la experiencia que me ha ocurrido”.
Ella dijo, “por favor, en lo que a mí concierne, siempre serás mi pequeño”.
Así es que no le dije nada. Pasó un día, y en plena noche ella me despertó. Con lágrimas en sus ojos me dijo, ” Perdóname. No eres más el mismo. Puedes fingir pero puedo ver a través de tu simulación. No hay necesidad de fingir. Me puedes decir lo que te ha ocurrido. El niño que solí conocer está muerto, pero alguien mucho mejor y luminoso ha tomado su lugar. No puedo referirme a ti como parte de mi familia, pero eso ya no tiene importancia. Ahora millones de personas te harán parte de su familia y te sentirán como parte de ellos. Me retracto de lo que dije — pero enséñame también tu camino “.
Esta es la primera vez que lo digo. Mi Nani fue mi primer discípulo. Le enseñé el camino. Mi camino es simple: guardar silencio, experimentar en ti mismo que eres siempre el observador, y nunca el observado; conocer el conocedor, y olvidar lo sabido.
Mi camino es simple, tan simple como el de Lao Tzu, Chuang Tzu, Krishna, Jesucristo, Moisés, Zarathustra, porque sólo los nombres difieren, el camino es el mismo. Sólo los peregrinos son diferentes; el peregrinaje es el mismo. Y la verdad, el proceso, es muy simple.
Tuve suerte de haber tenido a mi abuela como mi primer discípulo, porque nunca he encontrado a alguien tan simple. He conocido mucha gente muy simple, con una simplicidad muy parecida a la de ella, pero la profundidad de su simplicidad era tal que nadie ha podido trascenderla, ni siquiera mi papá. Él era simple, completamente simple, y muy profundo, pero no como ella. Siento mucho decir que él estaba lejos, y mi madre muy muy lejos; ella no estaba ni siquiera próxima a la simplicidad de mi papá.
Te sorprenderá saber — y lo declaro por primera vez — que mi Nani no sólo fue mi primer discípulo, ella también fue mi primera discípula iluminada , y ella se iluminó mucho antes de que comenzase a iniciar a personas como sannyas. Ella no fue nunca una sannyasin.
Y tengo que confesar, que después de Magga Baba, él (Shambhu Babu) fue el segundo hombre que se dio cuenta que algo inconmensurable me había ocurrido. Por supuesto que él no era un místico, pero un poeta tiene la aptitud, de vez en cuando, de ser místico, y él fue un gran poeta.
Lo entiendo, así es que cuando digo que él no era una maestro iluminado, ni siquiera un maestro en cualquier forma, todavía lo considero como el número dos, después de Magga Baba, porque él me reconoció cuando era imposible de hacerlo, absolutamente imposible. Ni siquiera podría haberme reconocido a mí mismo, pero él me reconoció.
Después de mi iluminación, por exactamente mil trescientos quince días * intenté guardar silencio — tanto como era posible en esas condiciones. Para algunas cosas tuve que hablar, pero mi oratoria era telegráfica.
Mi padre estaba muy enojado conmigo. El me amó tanto que tenía todo el derecho de estar enojado. El día que me envió a la universidad, me hizo prometer que le escribiría una carta cada semana al menos. Durante el tiempo que permanecí silencioso le escribí la última carta y le dije, “soy feliz, inmensamente feliz, finalmente feliz, y sé desde la profundidad de mi ser que permaneceré así por siempre, ya sea en el cuerpo o no. Esta dicha es algo eterno. Así que desde ahora en adelante cada semana, si usted insiste, puedo volver a escribir lo mismo una y otra vez. Eso no será bueno, pero ya he prometido, así es que mandaré una carta cada semana con la palabra “ídem”. Por favor perdóneme, y cuando usted reciba mi carta con la palabra “ídem”, significa que usted ya ha leído esa carta”.
El pensó que había perdido completamente la razón. Inmediatamente partió del pueblo, vino a la universidad y me preguntó, ” ¿ Qué te ha ocurrido? Leyendo tu carta y tu idea de este “ídem”, pensé que te habías vuelto loco. Pero al mirarte, parece que soy yo el loco; todo el mundo está loco. Me retracto de la promesa y tu compromiso hacia mí. No hay necesidad ahora de escribir cada semana. Continuaré leyendo tu última carta “. Y él la guardó hasta el último día de su vida ; estaba bajo su almohada.
El hombre que me obligó a hablar — permanecí mil trescientos quince días en silencio — era un hombre muy extraño. El mismo había permanecido silencioso su vida entera. Nadie escuchó hablar de él; nadie supo de él. Y él es el hombre más preciado que he conocido en esta, o cualquiera de mis vidas en el pasado. Su nombre era Magga Baba.
De vez en cuando, en particular en las noches frías de invierno, solía encontrarlo solo; después de un rato él me decía algo.
El me obligó a hablar. Me dijo, ” Mira, he permanecido silencioso mi vida entera, pero ellos no oyen, no escuchan. No lo pueden entender; los trasciende. He fallado. No he podido transmitir lo que he estado llevando dentro de mí, y ahora no hay mucho tiempo disponible para mí. Tú eres tan joven, tienes una larga vida ante ti: por favor no pares de hablar. ¡Empieza!”.
Es una tarea difícil, casi imposible transmitir estas cosas en palabras, porque han sido vividas en un estado de conciencia donde las palabras no existen. ¿ Cómo convertir ese silencio en sonido? Parece que no hubiera manera. Y no la hay.
Pero comprendí el punto de Magga Baba. El era muy viejo, y me dijo, “te encontrarás en la misma posición mía. Si no empiezas pronto, el silencio interior, el vacío, el más íntimo cero , seguirá jalándole hacia dentro. Y entonces llegará un momento en el que no podrás salir. Estarás sumergido en eso. Estarás completamente dichoso, pero todo el mundo a tu alrededor estará lleno de sufrimiento. Tú podrías haber mostrado el camino. Quizá alguien podría haber escuchado, quizá alguien podría haber seguido el camino. Al menos así no sentirás que no has hecho lo que la existencia esperaba de ti. Sí, es una responsabilidad “.
Le prometí que haría lo mejor posible. Y durante treinta años continuamente no he parado de hablar sobre cada tema bajo las estrellas.
*Nota: Durante 1951 y 1954, Osho observó un período de silencio de 1,315 días. Osho ha señalado que mientras Magga Baba lo alentó a enseñar, él le advirtió que no declarase su iluminación porque esto crearía antagonismo. Osho no admitió públicamente su iluminación hasta 1971.
Mi experiencia es que una vez que te iluminas, estás tan colmado, algo así como una nube de lluvia, que lo único que quieres es derramar.
Desde el momento que me colmé , en el momento que fui bendecido por la verdad, quise evidentemente compartirlo; y fue natural que lo compartiese con mi padre, con mi madre, con mis hermanos, con mis hermanas, los cuales había conocido más que cualquiera otra persona. Y lo compartí.
Soy simplemente un narrador de cuentos. Desde mi infancia me ha gustado contar historias, verdaderas, irreales. No estaba del todo consciente que esta facilidad de relatar historias me daría una buena expresión, y que sería de tremenda ayuda después de la iluminación.
Mucha gente se ha iluminado, pero no todos se han convertido en maestros — por la simple razón que no saben expresarse bien, no pueden transmitir lo que sienten, no pueden comunicar lo que han experimentado. Esto fue sólo una coincidencia para mí, y pienso que ha debido ser una coincidencia también para esas pocas personas que se convirtieron en maestros, porque no hay curso de entrenamiento para eso. Y lo puedo decir con seguridad en lo que respecta a mí.
Cuando vino la iluminación , no pude hablar por siete días; el silencio fue tan profundo que incluso la idea de decir algo al respecto no surgió. Pero después de siete días, lentamente, al acostumbrarme al silencio, a la beatitud, a la dicha, el deseo de compartirlo — un gran anhelo de compartirlo con la gente que amé apareció como algo muy natural.
Empecé a hablar con las personas con quienes estaba de algún modo preocupado, amigos. Había estado hablándole a esas personas por años, hablando toda clase de cosas. Había disfrutado un sólo ejercicio en la vida, hablar, así es que no me costó mucho empezar a hablar acerca de la iluminación — aunque tomó años afinar y poner en palabras algo de mi silencio, algo de mi dicha.
El gran problema del místico, más grande que lograr su experiencia, es expresarla.
He estado en diferentes fases de trabajo. Primero, he trabajado conmigo mismo, luego he trabajado para encontrar la expresión correcta para permitirle a la gente entender lo que yo había experimentado.
Si alguien se ilumina no quiere decir que necesariamente se convertirá en maestro — o incluso en instructor. El puede saber, pero puede que él no se exprese lo suficientemente bien para conducir a otros a la misma experiencia. Ese es un arte diferente.
Para mi fue fácil hablar porque comencé a hablar antes de iluminarme. Hablar se convirtió casi en algo natural para mí antes de mi iluminación.
Nunca había aprendido nada de oratoria, o ido a ninguna escuela donde enseñaran oratoria. Nunca había leído un libro acerca del arte de hablar. Desde mi infancia, fui siempre argumentador y todo el mundo quería que me quedara callado. En la familia, en la escuela, en el colegio, en la universidad, todo el mundo me decía : “no hables en absoluto”.
Fui expulsado de muchos colegios por la simple razón que los maestros se quejaban que no podían completar el programa de estudios, el curso para el año, porque “este estudiante nos conduce a tales discusiones que nada puede ser completado”.
Pero todo eso fue una gran oportunidad y me permitió saber expresarme mucho mejor. Se convirtió en algo natural para mí discutir con los vecinos, discutir con los maestros, discutir en la calle — en cualquier parte. Simplemente encontrarme con alguien era suficiente para iniciar un debate.
Me gustaba eso, de la misma manera que me gusta mucho ahora! Así es que cuando me iluminé no fue difícil para mí. Fue muy fácil.
Así es que no todo el mundo va necesariamente llegar a ser un maestro o instructor. Ese es un arte completamente diferente.
Desde mi infancia, desde que me acuerdo, he estado discutiendo, peleando. Por supuesto, un niño peleará y discutirá a su manera, pero desde mi infancia nunca he estado listo para aceptar nada de lo que no estuviera racionalmente convencido . Y me di cuenta muy pronto, muy temprano en la vida, que toda esa gente de grandes cabezas — los profesores, las jefes de sección, los decanos, los vicecancilleres — son cabezas que están simplemente vacías. Tú sólo rascas un poquito la superficie, y te das cuenta que no hay nada adentro. No tienen ningún argumento que hayan analizado como filosofía propia . Todo lo han tomado prestado, nunca lo han descubierto en ellos mismos. Así es que he estado peleando continuamente , y en esta pelea he estado agudizando mi discusión. No tengo una filosofía propia. Mi única función es desprogramar, así que cualquier cosa que digas, la destruiré. Y nunca digo nada, así es que nunca doy la oportunidad a alguien de destruirlo . Mi propósito es desprogramarte, limpiarte, descondicionarte y dejarte fresco, joven, inocente. Y desde allí puedes convertirte en un individuo verdadero, auténtico — de otra manera eres simplemente una personalidad, no una individualidad. Una personalidad es prestada, es una máscara. Y mi esfuerzo entero es cómo ayudar a una persona a ser auténtica, a ser ella misma, desnuda.
Me preguntas: ¿ Es su habilidad suprema para comunicar lo que lo hace maestro de maestros ? La situación del mundo ha cambiado dramáticamente. Hace sólo trescientos años atrás, el mundo era muy grande. Incluso si Gautam Buda hubiera querido llegar a todos los seres humanos, no habría sido posible; simplemente los medios de comunicación no estaban disponibles. Las personas vivían en muchos mundos, casi aislados unos de otros. Eso tiene una simplicidad. Jesús tuvo que afrontar a los judíos, no a todo el mundo. No habría sido posible, sentado en su burro, recorrer el mundo. Aun si él hubiera logrado cubrir el pequeño reino de Judea, habría sido demasiado. La educación de la gente estaba muy confinada. No estaban ni siquiera conscientes de la existencia de cada quien.
Gautam Buda, Lao Tzu en China, Sócrates en Atenas — fueron todos contemporáneos pero no tuvieron idea el uno del otro.
Por eso es que digo que antes de la revolución científica en los medios de comunicación y en los medios de transporte, hubo muchos mundos, autosuficientes en ellos mismos. Nunca pensaron acerca de los otros, no tuvieron idea que los otros existían. Cuando las personas empezaron a conocerse cada vez más, el mundo se hizo más pequeño. Ahora un Buda no podría ingeniárselas, ni Jesús ni Moisés ni Confucio. Todos ellos tendrían mentes muy localizadas y actitudes muy localizadas.
Tenemos suerte que el mundo es ahora así tan pequeño que no puedes ser local. Aunque pienses lo contrario, no puedes ser local; tienes que ser universal. Tienes que pensar acerca de Confucio, tienes que pensar acerca de Krishna, tienes que pensar acerca de Sócrates, tienes que pensar acerca de Bertrand Russell. A menos que pienses del mundo como una unidad sola, con todas las contribuciones de los diferentes genios, no podrás hablar al hombre moderno. La brecha será tan grande — veinticinco siglos, veinte siglos, casi imposible de cruzar.
La única forma de hacer un puente es que la persona que sabe no debería detenerse en su propio conocimiento, no debería contentarse con sólo expresar lo que sabe. El tiene que hacer un gran esfuerzo para saber todas las lenguas. El trabajo es vasto, pero es excitante — la exploración del genio humano desde dimensiones diferentes.
Y si tienes dentro de ti mismo la luz de la comprensión, puedes crear, sin ninguna dificultad, una síntesis. Y la síntesis no va a ser solamente de todos los místicos religiosos — eso sería parcial. La síntesis tiene que incluir a todos los artistas — y sus entendimientos profundos — todos los músicos, todos los poetas, todos los bailarines — sus entendimientos profundos. Todas las personas creativas que han contribuido a la vida, que han hecho la humanidad más rica, tienen que ser tenidas en cuenta. Y lo más importante de todo es el crecimiento científico.
Con corazón y religión no fue posible en el pasado darle una visión sintética al avance científico. En primer lugar no existía la ciencia — y ella ha cambiado mil y una cosas. La vida nunca será lo mismo otra vez.
Y nadie ha pensado alguna vez acerca de los artistas, que su contribución es también religiosa.
En mi visión, es un triángulo — la ciencia, la religión, el arte. Y son dimensiones tan diferentes, hablan lenguajes diferentes, se contradicen entre sí ; no están de acuerdo superficialmente — a menos que tengas un profundo entendimiento en el cual estas tres dimensiones se fundan y puedan convertirse en una.
Mi esfuerzo ha sido hacer casi lo imposible.
En mis días universitarios como estudiante, mis profesores estaban muy confundidos. Fui un estudiante de filosofía, y asistía a las clases de ciencia — física, química y biología. Esos profesores se extrañaban mucho; “usted está aquí en la universidad para estudiar filosofía. ¿ Por qué pierde su tiempo con la química ?”
Yo decía ” no quiero nada con la química; sólo quiero tener un claro entendimiento profundo en cuanto a lo que la química ha hecho, lo que la física ha hecho. No quiero entrar en detalles, sólo quiero la contribución esencial “.
Entraba raras veces a mis clases, estaba la mayor parte del tiempo en la biblioteca. Mis profesores continuamente me decían, ” ¿ Qué hace usted todo el santo día en la biblioteca? — Porque tenemos muchas quejas por parte del bibliotecario que usted es el primero en entrar en la biblioteca, y tiene que ser casi físicamente sacado de la biblioteca. Todo el santo día usted está allí. Y no sólo en la sección de filosofía, usted anda por toda la biblioteca en todas las secciones que no tienen nada que ver con lo suyo “.
Les dije: ” es difícil para mí explicaros, pero mi esfuerzo en el futuro va a ser reunir todo lo que tenga algo de verdad en sí, en un todo sintético y crear una forma de vida que incluya todo, lo cual no se basa en discusiones y contradicciones, se basa en un verdadero entendimiento profundo de lo esencial de todas las contribuciones que se han hecho al conocimiento humano, a la sabiduría humana”.
Pensaron que perdería la razón — la tarea que he escogido puede conducir a cualquiera a la locura, es demasiado vasta. Pero ellos no eran conscientes de que la locura era imposible para mí, que había dejado la mente muy atrás; Yo Soy simplemente un observador.
Y la mente es una computadora tan delicada y complicada. El hombre ha hecho grandes computadoras pero ninguna aún comparable con la mente humana. Una sola mente humana tiene la capacidad de contener todas las bibliotecas de mundo. Y tan sólo una biblioteca — la biblioteca del Museo Británico — tiene libros que si los empilaran, uno por uno, darían tres veces la vuelta alrededor de la tierra. Y esa es sólo una biblioteca grande. Moscú tiene el mismo tipo de biblioteca — quizá más grande. Harvard tiene el mismo tipo de biblioteca.
Pero una mente humana sola es capaz de contener todo lo que se escribe en todos esos libros, de aprenderlos de memoria. En un solo cerebro hay más de un billón de células, y cada célula es capaz de contener millones de trozos de información. Ciertamente uno se volvería loco si uno no pudiera desprenderse de la mente. Si no has alcanzado el estatus de meditación, la locura es segura. Ellos no estaban equivocados, pero no se daban cuenta de mis esfuerzos en cuanto a la meditación.
Así es que leí libros extraños , las extrañas Escrituras , de todas partes del mundo; sin embargo sólo como observador, porque en lo que a mí concernía, yo ya había vuelto a casa. No tenía nada que aprender de lo que estaba leyendo; la lectura tenía un propósito diferente, y el propósito era de universalizar mi mensaje, liberarlo de limitaciones locales.
Y me alegro de que haya tenido éxito en eso completamente.
Sólo porque ustedes me aman, me llaman “maestro de maestros”. Es debido a vuestro amor.
En lo que a mí concierne, simplemente pienso de mí mismo como un ser humano común y corriente que fue lo suficientemente terco para permanecer independiente, resistir todo condicionamiento, nunca pertenecer a ninguna religión, nunca pertenecer a ningún partido político, nunca pertenecer a ninguna organización, nunca pertenecer a ninguna nación, a ninguna raza.
He intentado en cada forma posible ser sólo yo mismo, sin ningún adjetivo; y eso me ha dado tanta integridad, tanta individualidad, tanta autenticidad, y la dicha tremenda de realizarme.
Pero era la necesidad de estos tiempos. Después de mí, cualquiera que intente ser un maestro tendrá que recordar que él tiene que atravesar todas las cosas que he atravesado; de otra manera, no podrá ser llamado maestro. El permanecerá simplemente localizado — un instructor hindú, un misionero cristiano, un sacerdote mahometano — pero no un maestro de seres humanos como tal.
Después de mí va a ser realmente difícil ser un maestro.